En la magnífica serie danesa «Cuando el polvo se asienta» hay un personaje, un anciano, que vive en una residencia. Aunque es mayor y está postrado en una silla de ruedas, sus facultades mentales están intactas. Su habitación se asemeja a un miniapartamento en el que puede tener, más o menos, su intimidad y su cierta autonomía, a la vez que el personal de la residencia puede ayudarle en la ducha, el baño o en la comida.
No me interesa entrar en profundidad en la serie (aunque la recomiendo encarecidamente, la podéis ver en Filmin), pero necesito contar algo de su argumento sin destripar nada para llegar a donde quiero.