Yo nunca he hecho un «simpa». Por lo menos, no a propósito. Lo prometo.
Sí, ya sabéis, un «sin pagar», lo que coloquialmente llamamos un «simpa», con ‘m’ en vez de ‘n’, porque en español antes de una ‘p’ siempre hay que poner una ‘m’… Pues yo nunca he hecho uno.
Suena un poco contracultural. Incluso creo que es arriesgado por mi parte revelar así, a lo loco, a pecho descubierto, que jamás he salido de un bar sin pagar la cerveza aprovechando que estaba atestado de gente. Tampoco me he ido nunca de un restaurante con el viejo truco de ir al baño y después pasar de largo de tu mesa y salir por patas a la calle; o fingiendo que hablaba con el móvil mientras te alejas cada vez más del chino en el que has comido. Ni siquiera (hay que ser necio) me he bajado de un taxi todavía en marcha para no abonar la carrera.
Tampoco eso.