Hace un tiempo me topé con una infografía de Amazon que decía que más de la mitad de los españoles han empezado a escribir un libro en algún momento de su vida. ¡Más de la mitad! Bien es cierto que de ese porcentaje el 80 % no ha logrado terminarlo.
Las personas que me seguís con asiduidad habréis visto la serie de tres entradas del blog sobre qué opciones tenemos para publicar un libro. Entrevisté a Mariano Zurdo, editor de una editorial independiente (Talentura), que defendía la importancia de las editoriales en la selección de títulos y también en el acompañamiento de escritores y escritoras. En otro de artículo hablé con Roberto Pérez, director de libros.com, una editorial «peculiar», que publica libros a través de un sistema mixto, con crowdfunding. Por último, la escritora Mercedes Pinto, éxito de ventas en Amazon, contaba su experiencia inmejorable con la autopublicación.
Lo que parece una evidencia es que españoles y españolas tenemos mucho que contar. Hay un gusanillo por escribir, por dejar una huella personal con un libro.
Por qué no terminas de escribir tu libro
No conozco las razones por las cuales todas esas personas que comienzan su aventura no llegan al final. Probablemente, cuando se avanza en las primeras páginas uno se da cuenta de la envergadura del asunto y abandona; otros, quizá, son conscientes de la falta de calidad de lo que escriben y no terminan su libro por pudor o agotamiento.
También, claro, están los que terminan su obra. En ese grupo hay, seguro, material de calidad, mientras que otros textos… en fin. Voy a ponerlo en boca del escritor GH Guarch, que en una entrevista para La Voz de Almería hace la siguiente afirmación: «Mucha gente se atreve a escribir sin tener ni idea».
CH Guarch: «Mucha gente se atreve a escribir sin tener ni idea». Clic para tuitearDesde mi punto de vista, no hay que ser Shakespeare resucitado para escribir un relato, una novela o un ensayo. De ser así, de poner el listón tan alto, probablemente muchos (la gran mayoría) que modestamente hemos intentado aportar algo a la literatura tendríamos que colgar los hábitos. Hay, además, un sinfín de razones por las cuales alguien decide escribir, y no siempre tienen que ver con publicar el próximo éxito de ventas.
Es cierto que los concursos están plagados de textos infames. He sido jurado de unos cuantos y puedo asegurar sin temor a equivocarme ni tampoco de pasar por un elitista irredento que la mayoría de lo que allí leo es muy pero que muy malo, por no hablar de la frecuente agresión a los cimientos del español.
De cualquier forma, lo que llama mi atención es que tantísima gente se anime alguna vez en su vida a afrontar un reto así —con los bajísimos índices de lectura de nuestro país— y, quizá, solo quizá, habría que animar más a nuestros jóvenes a escribir y, a lo mejor, darles más herramientas para desenvolverse con eficacia, para que sean capaces, por qué no, de terminar su libro, ese que el 54 % de españoles y españolas comienza alguna vez y al que nunca le ponen el punto final.
Quizá todo esto, el hecho de que tanta gente tenga necesidad de expresarse y escribir signifique —qué se yo— que no todo está perdido.
¿Eres tú un escritor o escritora frustrado? ¿Has comenzado un libro y nunca lo has terminado? ¿Me lo cuentas? ¡Y si quieres recibir las actualizaciones del blog, suscríbete!