Quién no quiere ser más productivo. A quién no le gustaría que su vida personal y su vida profesional mezclasen con naturalidad, se complementasen sin sobresaltos. Cuál sería el precio que pagaríais por tener las claves —algo de claridad vendría bien— de una vida equilibrada.
Para mí, ser más productivo tiene una traducción sencilla, aunque a lo mejor no sea muy científica: hacer lo que debo hacer de la mejor forma posible y cuando debo hacerlo. Además, añado, hacer también lo que quiero hacer —y no solo lo que debo—. Y todo eso sin estrés, sin tener la cabeza bullendo todo el día, preocupado por que no se me olvide nada importante.