Uno de los fraudes más conocidos de la industria musical es el del dúo de finales de los 80 Milli Vanilli. Quienes paséis de los 30 los recordaréis y, muy probablemente, quienes seáis más jóvenes, también, porque su historia ha sido sinónimo de hacer trampas, motivo de chanza y hasta de referencia intertextual en series, películas y programas de televisión.
Milli Vanilli estaba formado por dos jóvenes alemanes, Rob Pilatus y Fav Morgan, que destrozaron la lista de éxitos musicales del año 1988 con su canción —o eso creíamos todos, que era suya— «Girl You Know It’s True». Luego llegaron otros éxitos —también tremendos—, como «Blame it on the rain» o «Baby Don’t Forget My Number».
Si alguna vez la frase «morir de éxito» tuvo sentido, este es el mejor de los ejemplos. Fueron disco de oro en diferentes países y vendieron millones de copias cuando nadie imaginaba que alguna vez existiría Spotify. El clímax de esta orgía de éxito llegó en 1990 —el mismo año que el dúo se deshizo—, cuando ganaron un Grammy al mejor artista revelación.
Milli Vanilli: hay algo raro en sus voces
Las primeras sospechas de que no era oro todo lo que relucía aparecieron un poquito antes del Grammy. Rob y Fav hacían playback en los conciertos porque, como sabéis, las voces que cantaban las canciones en los discos no eran las suyas, sino las de dos cantantes norteamericanos que grababan en un estudio. Parece ser que en algún concierto la tecnología les jugó una mala pasada y una canción se “encasquilló”, repitiendo en bucle una estrofa. Igualmente, había gente espabilada que decía que cómo era posible que los Milli Vanilli, guapos, pero alemanes ellos, tuviesen un perfecto acento inglés en los discos y en cambio en las entrevistas para los medios hablasen un inglés macarrónico, con un fuerte acento alemán bajenestujenestrujenbajen.
Cuando ya no se pudo disimular más, la verdad se abrió camino y se destapó el pastel: los Milli Vanilli eran dos caras bonitas que movían la boca, pero que no cantaban un pimiento; y a partir de ahí llegó la desgracia para ambos. La peor suerte la corrió Rob Pilatus, que murió con apenas 33 años por una sobredosis.
Los Milli Vanilli eran dos caras bonitas que movían la boca, pero que no cantaban un pimiento Clic para tuitearLo cierto es que desde entonces han sido muchos los lugares en los que hemos podido ver, leer o escuchar frases como «eres más falso que los Milli Vanilli». Hasta hay una canción de Dixybait que se titula así: «Más falso que los Milli Vanilli», y que hace referencia a un amor que no es del todo sincero (pura poesía).
Muchos años después, y aun reconociendo que yo fui un adolescente confundido y defraudado por Milli Vanilli, me pregunto cuántas aristas de esta historia, que no son los trazos más gruesos y evidentes, nos falta por saber. Cómo se dejaron engatusar Rob y Fav por un productor sin escrúpulos; qué ha sido de la vida posterior de Fav, cargando sobre sus hombros con el peso del escándalo; cuántos grupos antes y después han sido, al menos, tan falsos como los Milli Vanilli.
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