La semana pasada comenzaba esta serie de artículos en la que os cuento cómo investigar la genealogía familiar. Hoy quiero hablaros de los pasos necesarios para comenzar vuestro propio árbol de genealógico. Es cierto que cuanto más crece la información, más compleja se vuelve la tarea de descubrir antepasados, pero si tenéis curiosidad, empezar es sencillo.
Una primera reflexión tiene que ver con el sentido de esta tarea: no es solo (que también) el de recoger información de nombres, fechas y lugares de nuestros antepasados. Hay que plantearse qué se puede aprender de ello: la historia familiar, descubrir lugares quizá del mundo entero, conocer algo sobre las motivaciones humanas… Veréis también que, curiosamente, cuanto más nos alejamos emocionalmente de las personas cuyos datos vamos recogiendo, más provecho personal sacamos de nuestras indagaciones.