¡Espera, espera! ¡No le des al play todavía! Déjame que te cuente primero algo.
Ok, gracias. Supongo que no le has dado al play y sigues conmigo. Necesito que leas algo antes de ver el corto de Imanol Ortiz que he insertado en la parte superior de esta entrada. Dura solo cuatro minutos y se titula «Peter Pan», exactamente igual que el microrrelato en el que se ha basado Imanol para rodar este cortometraje.
En realidad, el corto es una adaptación de un fantástico micro de Fernando Iwasaki, ese excelente escritor peruano afincado en España desde hace más de 30 años al que conoceréis, además de por sus libros, por sus distintas colaboraciones en medios de comunicación.
Uno de los libros más maravillosos de Iwasaki se titula Ajuar funerario y está editado por Páginas de espuma. Así resume la propia editorial de qué va esta joya del microrrelato, que ha vendido nada menos que 50.000 copias:
Ajuar funerario es un homenaje a la literatura de terror y a la microrrativa, porque Fernando Iwasaki ha logrado concentrar en diez o doce líneas todo el escalofrío, la náusea y el desasosiego del género. ¿Es posible que los fantasmas, las pesadillas, los ritos y las supersticiones nos puedan seguir asustando en pleno siglo XXI?
[Una curiosidad: cuando en 2013 llegué a la Universidad Loyola Andalucía, fue uno de los primeros libros que pedí a la biblioteca que comprara, mucho antes de ni siquiera imaginar que iba a tener la suerte de ser compañero en las aulas de Fernando Iwasaki].
Iwasaki utiliza uno de los cuentos infantiles más conocido y lo “retuerce” para contarnos una historia terrorífica. Quizá lo más impactante (e inteligente) del relato es que no se detiene en los detalles escabrosos, sino que prepara al lector para que complete con su imaginación la terrible imagen final. Vamos, que nos pone el balón en la línea de gol para que rematemos.
Os dejo un minuto para que leáis el relato.
Peter Pan, de Fernando Iwasaki
«Cada vez que hay luna llena yo cierro las ventanas de casa, porque el padre de Mendoza es el hombre lobo y no quiero que se meta en mi cuarto. En verdad no debería asustarme, porque el papá de Salazar es Batman y a esas horas debería estar vigilando las calles, pero mejor cierro la ventana porque Merino dice que su padre es Joker, y Joker se la tiene jurada al papá de Salazar.
Todos los papás de mis amigos son superhéroes o villanos famosos, menos mi padre que insiste en que él sólo vende seguros y que no me crea esas tonterías. Aunque no son tonterías porque el otro día Gómez me dijo que su papá era Tarzán y me enseñó su cuchillo, todo manchado con sangre de leopardo.
A mí me gustaría que mi padre fuese alguien, pero no hay ningún héroe que use corbata y chaqueta de cuadritos. Si yo fuera hijo de Conan, Skywalker o Spiderman, entonces nadie volvería a pegarme en el recreo. Por eso me puse a pensar quién podría ser mi padre.
Un día se quedó frito leyendo el periódico y lo vi todo flaco y largo sobre el sofá, con sus bigotes de mosquetero y sus manos pálidas, blancas blancas como el mármol de la mesa. Entonces corrí a la cocina y saqué el hacha de cortar la carne. Por la ventana entraban la luz de la luna y los aullidos del papá de Mendoza, pero mi padre ya grita más fuerte y parece un pirata de verdad. Que se cuiden Merino, Salazar y Gómez, porque ahora soy el hijo del Capitán Garfio».
Vale, pues una vez que los habéis leído…
¡Ahora sí, ahora puedes darle al play! (a ver qué os parece el corto).
¡Eh! Déjame, deja un comentario! ¿Qué ta ha parecido la adaptación audiovisual del microrrelato? ¿Te ha gustado? ¡Cuéntame! ¡Y si quieres recibir las actualizaciones del blog, suscríbete!
Otras entradas relacionadas
- La entrada de la semana anterior hablaba de qué son los microrrelatos, os reproducía un par de micros y os hablaba también de un manual que mi amigo Manu Espada acaba de publicar en el que enseña de una manera muy sencilla a escribirlos.
- Hace un par o tres de semanas os hablaba de la literatura transmedia y de contar una historia a través de diferentes medios (escritos, audiovisuales…).
- Y en otra entrada anterior os contaba cómo una serie de televisión de éxito (The Walking Dead) se había basado en un cómic y cómo había diferencias en la historia que contaba un producto y otro.
3 comentarios
Muchas veces también uno lee una historia, novela o relato y luego su traslación hacia la pantalla deja un mal sabor visual, una imagen imprecisa y difusa de lo que se ha escrito, sí ejemplos hay de comics a la gran pantalla y de literatura igual. Este no es el caso, impecable. Me alegro.
Estoy muy de acuerdo contigo, Julio. En este caso creo que hay sintonía. No sé si eres seguidor de los cómics de The Walking Dead y de la serie, porque hay polémica con los cambios en la historia que aparecen en la serie. Hablé sobre esto aquí: https://juanplaza.es/blog/no-he-leido-el-libro-pero-he-visto-la-peli/
¡Gracias por pasarte y comentar!
algo muy turbio