Los Juegos Olímpicos modernos, los que “resucitó” el barón Pierre de Coubertain, se celebraron en su primera edición a finales del siglo XIX, en concreto en 1896, en Atenas. ¿Sabéis en qué año participaron por primera vez las mujeres en una maratón olímpica? Pues, aunque os resulte increíble, no fue hasta… ¡1984, en Los Ángeles!
Casi 90 años después del revival olímpico, la estadounidense Joan Benoit se proclamaba por primera vez campeona de la primera maratón para mujeres en unas olimpiadas.
¿Qué pasó hasta ese momento? ¿Cuáles eran los «graves impedimentos» que hacían que las mujeres no pudiesen correr maratones? Pues amigas, amigos, los argumentos no eran nuevos ni tampoco demasiado originales: que si el cuerpo de las mujeres no estaba preparado para eso (y por tanto, las protegían de sí mismas), que si legalmente no podía ser (como si la legalidad descendiese de los cielos y no la hiciesen los hombres), que si la tradición dice que esto es así y punto pelota…
NOTA: Por favor, coged estos «sesudos» argumentos y aplicadlos a otros órdenes de la vida: veréis que encajan perfectamente en explicaciones increíbles de la realidad.
Cuenta la leyenda que en ese año de 1896 una mujer quiso correr la maratón olímpica con los hombres y Coubertain no le dejó, y que, a pesar de todo, ella corrió y al terminar de correr acudió con testigos a verificar su tiempo, pero, ¡oh sorpresa!, no fue tenida en cuenta. Se llamaba Stamata Revithi, aunque los historiadores no se ponen de acuerdo sobre si otra mujer más, llamada Melpómene, también corrió este maratón primigenio —maratón se puede utilizar en masculino o en femenino, por cierto— o era la misma Stamata.
La carrera de Kathrine Switzer
La primera mujer en correr una maratón provista de dorsal —antes muchas lo habían hecho «en la clandestinidad»— fue Kathrine Switzer, que en el año 1967 participó en la maratón de Boston, a la que se apuntó como KW Switzer para ocultar que era una mujer, porque estaba prohibido que las mujeres corrieran. Uno de los comisarios, enfurecido (nótese lo increíble del asunto, «enfurecido»), entró en la carrera, agarró a Kathrine por los hombros, la empujó y trató de quitarle el número del pecho, mientras le decía: «Sal de mi maldita carrera y entrégame esos dorsales».
La misma Kathrine ha contado que su novio, un tipo de un físico bastante impresionante que corría junto a ella, arreó un mandoble a este comisario tan celoso de su labor…
Una de las historias más emocionantes de esta competición es la que protagonizó la atleta suiza Gabrielle Andersen (que registró en los años 70 su mejor marca, 2 horas 33 minutos) en Los Ángeles 1984. Gabrielle Andersen llegó a meta completamente deshidratada, con calambres y casi desmayada, y tardó en recorrer los últimos 400 metros más de siete minutos. Los jueces quisieron recoger a la atleta, pero ella insistió en que era su última oportunidad de pasar la meta en un estadio olímpico.
Algunos datos más:
- Marie-Louise Ledru es reconocida como la primera mujer en completar la maratón, en 1918.
- Violet Piercy es la primera mujer oficialmente cronometrada en la prueba en 1926.
- El récord del mundo de maratón femenino lo tiene Paula Radcliffe, con 2:15:25.
- El récord de España es de Ana Isabel Alonso, con 2:26:51.
Estas historias y otras sobre la maratón las podéis escuchar en el magnífico programa de RNE Documentos.
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