En este tren hay muchas personas que mienten. Perdonen, no me he presentado: soy César Mascarell. Soy (fui, en realidad) policía. Yo no tendría que estar en este tren, pero supongo que cuando uno quiere redimirse sinceramente por sus pecados debe hacer lo que hay que hacer. Yo he venido a observar. Sé con una seguridad del 90 % cuándo alguien está mintiendo. Lo sé por las microexpresiones de su rostro, unas reacciones involuntarias de menos de un segundo. Eso hago en la Policía. Eso hacía hasta que lo estropeé todo.
Irene es sincera. Es más transparente de lo que cree. Dani, en cambio, es mentirosillo, pero nada grave. Él sí. Él sí es un profesional de la mentira. Los mejores mentirosos miran siempre a la cara de sus interlocutores. Pero yo lo voy a descubrir antes de que termine el viaje.