Ayer se celebró el Día del Libro. Una celebración extraña, como todas las que han caído dentro de esta pandemia de la que ya hemos dicho tantas cosas que cualquier frase que escriba va a sonar a típica, manida, vieja.
Yo lo celebré apuntándome al Club virtual de lectura del Instituto Cervantes. Me hice socio de su biblioteca (son 14 euros al año) y eso me da derecho no solo a sacar libros físicos, sino también a leer libros electrónicos de la biblioteca electrónica.