Tras la sonrisa afable de Fred West, un conductor de una furgoneta de helados en Reino Unido, se escondía un cruel asesino. En Estados Unidos, allá por los 80, el Carnicero de Milwaukee mató a 20 personas (y se comió a algunas de ellas). Era, parece innecesario decirlo, carnicero de profesión. También en los Estados Unidos, pero treinta años antes, a Nannie Doss se la conoció como «la abuela risitas» por su costumbre de reírse mientras hablaba de sus crímenes. Mató a 11 personas: cinco maridos, dos hijos, su madre, su hermana, un nieto y una de sus suegras. Su rostro risueño invitaba a la confianza.
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Historietas
Una de las cosas que más me gustaba de pasar el fin de semana con mi abuela Marga era enhebrarle la aguja. A mi abuela, como probablemente a todas las abuelas de una generación, le encantaba coser. Hacía verdaderas obras de arte. Y si era su nieto el que le…
Hace ya bastante tiempo que aprendí a deshacerme de las expectativas y a centrarme en los propósitos. Entendí, como dicen en Andalucía, que no hay que «echar cuentas» a posibilidades futuras más o menos reales, más o menos ficticias. No esperar nada, no anhelar nada, te da una tranquilidad colosal.…
Algo hay en la estética japonesa que no se relaciona con las modas pasajeras. Hay algo (mucho) de su belleza que es inefable, porque se aleja de la gran mayoría de los cánones occidentales que tan acostumbrados estamos a reflejar en el arte, en las cosas, en la vida: la…
Cuando lo españoles decimos «esto es lo que hay», late en esa declaración nuestra intención de excusarnos, de repartir con otros la responsabilidad de algo mal hecho («compartir el marrón», diría un castizo) o, si acaso, defender nuestro orgullo ante los demás, haciéndoles ver que las cosas son así, que…
Me atrae Japón. Me gusta Japón. Lo japonés. Su estética, su atmósfera, algunos —otros nada— de sus valores como sociedad. Es difícil de explicar. No digo esto desde el esnobismo del blanquito occidental, es más bien una curiosidad desde la ignorancia —no soy un experto en absoluto en cultura nipona—…
El proceso era más complejo de lo que ahora se pueda imaginar: comprar la cinta, hacer la selección musical, grabar sin contratiempos, diseñar la carátula, añadir los extra. A quienes no fuerais adolescentes a finales de los 80 quizá os parezca algo sencillo y con poco glamour, pero es que…