Mi amiga tiene problemas. Es probable que sus problemas no sean más graves que los de los demás, pero son suyos. Ella los siente mucho, como si nadie en el mundo fuera tan desgraciado. Mira que lo ha intentado, pero lo cierto es que no puede con ellos.
A veces experimenta una enorme sensación de vacío, unas ganas terribles de parar el mundo y bajarse, de mandarlo todo a la porra —«Lo mandaría todo a la porra», me dice, y luego me enumera todo lo que arrojaría al retrete—.
No hay un día en el que alguien no le haga saber lo afortunada que es por la vida que tiene. Ella suele asentir y después se dobla, inclinándose hacia adelante, porque un pinchazo de culpa le recorre el cuerpo desde el centro del estómago hasta la punta de los dedos. Tiene problemas que le pesan como una losa. Y no puede con ellos.
No le resulta fácil explicar qué es lo que le sucede. Es incapaz de dar nombre a sus desgracias, porque realmente no le ha sucedido nada digno de ser calificado de catástrofe. Sus fantasmas revolotean y ella los ve muy claros, muy reales. No la dejan en paz, se siente desgraciada y miserable. Puede ser incomprensible para los demás, pero no miente.
Ha tratado de escribirlo, de argumentarlo, de dar explicaciones racionales, pero lo máximo que consigue es garabatear algunas frases hechas para luego pintar espirales negras sobre el papel. «Juan, esto no tiene lógica», me dice. Luego, carraspea, porque algo sube por su garganta provocándole el llanto en los momentos más insospechados, fastidiándole la vida. Duda de todo y de todos. No puede evitarlo.
A veces está eufórica y le da por reír sin control, pero enseguida vienen otra vez las lágrimas. Cuando le pasa eso, se pone fatal. No le gusta, y le encantaría conocer las razones de su tristeza para solucionar todo cuanto antes y ser esa chica alegre que siempre ha sido. Pero no puede. Quizá porque no solucionó los problemas que tú y yo sí supimos resolver cuando éramos adolescentes, porque no supo crecer, quizá porque siempre tuvo miedo.
Mi amiga tiene problemas y yo no sé cómo ayudarla.
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